Un cuerpo sin historia

Sinopsis

Un hombre deambula como un alma perdida en un pueblo cerca del río Magdalena en Colombia. Sin memoria ni conocimiento de su pasado, su único deseo es escapar de ese lugar a orillas del río donde los días parecen repetirse sin fin.

El encuentro con un devoto de las almas en el cementerio del pueblo se convierte en el puente entre la vida y la muerte, entre su pasado y su presente y la posibilidad de no volverse otro cuerpo sin historia.

A modo de diario cinematográfico conoceremos su valentía y resistencia en las peores condiciones imaginables. Pero también nos acercaremos a la trágica realidad de la desaparición forzada en Colombia, y cómo este hombre representa a miles de personas que han sido borradas del mapa sin dejar rastro alguno.

Nota del director

Los desaparecidos han sido despojados de su dignidad, son solo frías estadísticas de una guerra que no ha sido ganada ni perdida. Desde la antigüedad, y más que por instinto, el ser humano ha enterrado a sus muertos, pues un cuerpo insepulto no está muerto, está condenado.

Antígona lo sabía, y por eso, a pesar de la prohibición de Creonte de enterrar a Polínica, optó por desobedecer las leyes civiles en lugar de las leyes divinas, a riesgo de perder su propia vida. El entierro da un lugar a los muertos en el mundo de los vivos. Al pensar en una lengua con identidad nacional, sin duda en Colombia habría que preguntarse ¿cómo representar la muerte? y particularmente el que está en las garras del horror. Cuestionar las formas de representación del horror es una tarea necesaria para cualquier sociedad que quiera analizar su realidad y se encuentre inmersa en una improbable violencia.